Cómo domotizar el hogar y no morir en el intento

Objetivo: una casa inteligente y sin problemas

La gente a menudo se pregunta sobre cómo será tener una casa inteligente y sobre la forma interactuar con una casa en un mundo domótico.

Cuando se comienza a utilizar la automatización del hogar, lo primero que uno experimenta es el control del hogar. Básicamente, poder controlar los dispositivos usando un teléfono o un ordenador de una forma que hasta ese momento solo había visto en las películas. En ese momento, crees que futuro ha llegado a tu casa y que ya está todo hecho. Solo te enfocas en lo que estás obteniendo y no en lo que te estás perdiendo.

Instalas interruptores inteligentes que encienden las bombillas a determinadas horas o por detección de presencia hasta que de repente dejas de usar los interruptores de luz tradicionales. Pero, ¿qué pasa si el dispositivo inteligente falla? No te queda otra, tendrás que recurrir a encender la luz manualmente. Puedes llegar a encender las luces incluso desde tu propio teléfono, aunque en la mayoría de los casos su importancia dentro de una casa inteligente sea limitada, salvo si quieres presumir de ello con algún amigo.

Uno de los factores limitantes es tu propia familia. Tendemos a olvidar que no somos los únicos en nuestra casa. Como creador del hogar inteligente solo miras las posibilidades que se te ofrecen y los defectos en muchos prácticamente no te importan. Pero es muy probable que resto de moradores del hogar piensen de forma completamente opuesta.

Por lo tanto, hay que pensar en que cuando se automatiza algo debe funcionar a la perfección para que la gente pueda llegar a compartir tu visión de tener hogar inteligente. Y esto, a veces, puede llevar mucho tiempo. La idea es llegar a un hogar equilibrado entre lo inteligente y lo tradicional. Nunca eliminaría por completo un interruptor de luz pensando que la central domótica siempre hará lo correcto, es decir lo que tú quieres en ese momento. Imagina lo que debe ser quedarte a oscuras en mitad de la noche sin poder encender una luz.

Ahora, poder conectar tus luces con la voz, puede facilitar la vida en determinadas ocasiones como cuando vas cargado hasta arriba de cosas y no tienes manos para apagar la luz. Bueno, siempre se puede utilizar el codo. Es verdad que las interfaces de voz son perfectas y que en ocasiones la velocidad de ejecución es lenta, no se reconoce el comando o la dependencia de su conexión a la nube. Pero tiempo al tiempo, dejemos que la tecnología avance y dentro de unos años los problemas serán otros.

¿Sistema de domótica en la nube o centralizado en el hogar?

Esta es otra de las preguntas clave que le gente se debería hacer cuando comienza a montar un sistema. La nube es genial, sobre todo a nivel de aplicación de actualizaciones y mejoras de tu sistema. Pero piensa que hay muchas razones por las cuales se podría perder la conexión a la nube. De nuevo hay que buscar el equilibrio pero en mi opinión un hogar inteligente debe hacerte la vida más fácil en prácticamente todos los escenarios que se puedan presentar y eso incluye cuando no tienes acceso a Internet.