Sube, desciende y vuelta a empezar
De como disfruto con una tabla de snowboard
Fuera en la calle llueve y el viento hace que la sensación térmica sea de frio. Normal, es invierno. Pero esto me hace recordar que la nieve que espera arriba en las montañas lista para ser surfeada con mi tabla. ¿Qué será?, ¿nieve polvo?, ¿húmeda?, ¿costra? Es igual, al final uno se adapta a lo que haya.
Busco en mi biblioteca de imágenes buscando algo que ayude recordar buenos momentos en la nieve. ¡Ya está! Andorra 2016 con dos amigos, muchos kilómetros en nuestras piernas pero dejamos muchas laderas sin tocar. Habrá que volver.
El día comienza con la misma rutina. Un buen desayuno, preparar todo el material, subir a pistas, coger el primer remonte y a disfrutar.
Primeros descensos buscando buena nieve. Poco a poco el cuerpo entra en calor y comienzan las buenas sensaciones sobre la tabla. Sube, baja y vuelta a empezar. En la silla buscamos mejores sitios para nuestra siguiente bajada. En breve llegan los trucos, los saltos siempre intentando nuevo cada vez. ¡Es verdad!, cada uno hace lo que buenamente puede, pero de eso se trata, sobre la tabla eres un poco más libre.
Pasan las horas, la nieve cambia de calidad, termina la jornada y a veces incluso acabas agotado pero sabes que al día siguiente ¡volverás!
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